Kerra F.
«Tres meses después de ser madre a los 26 años, también me convertí en paciente de cáncer de mama triple negativo metastásico. No sólo me enfrentaba a un diagnóstico devastador, sino también a la interrupción brusca de mi carrera de logopeda. De repente, ya no podía mantener económicamente a mi familia, pues mi capacidad laboral pasó de ser a tiempo completo a no poder trabajar con la población pediátrica por estar inmunodeprimida. Tenía un estrés financiero insuperable, ya que yo era la principal fuente de ingresos de mi familia. Gracias al Pink Fund, mi carga financiera disminuyó, lo que me permitió centrarme en mi tratamiento y en mi familia. Pink Fund cubrió la nota y el seguro de mi automóvil, además de algunas facturas domésticas. Los donantes del Fondo Rosa tienen un verdadero impacto en la vida, gracias».
~ Kerra F.